Desde siempre me ha gustado la naturaleza y poder tener una casa en ella, y la que contemplo es perfecta, rodeada de montañas y de soledad. Imagino cómo será el poder vivir en ella.
Lo primero que haré será poner un techo con gruesas vigas de madera y tejas, luego la rodearé con flores y césped, y la llenaré con todas las cosas que me son más queridas para que, al verlas, me evoquen bellos recuerdos.
Durante el día podré caminar, recorriendo las mil y una sendas que serpentean estas montañas y por las noches colocaré una manta sobre el césped para así poder tumbarme sobre ella y contemplar las estrellas. Es posible que alguna noche vea pasar una estrella fugaz a la cual pueda pedirle esos deseos que tanto anhelo.