Caminar, despacio, lentamente, disfrutando del momento, del lugar, de la charla entre amigas, con esa cadencia que otorga la conversación íntima, deshilvanada, en la que se salta de un tema al otro y se regresa al primero sin que se pierda el hilo del diálogo, ni resulte extraño el hacerlo así.
Hay momentos en que las palabras conducen a destinos tan lejanos que ningún camino llega hasta ellos.
*Foto realizada con Nikon 750