Esta colorido muro de hortensias*, me lleva el pensamiento a la apacible tranquilidad de los días de verano en el pueblo de los abuelos.
Eran días de despertares pausados, donde la prisa quedaba encerrada en la maleta del equipaje, donde el olor que llegaba desde la cocina, ayudaba a tomar la decisión de salir de la cama, para comenzar a disfrutar del placer de jugar.
¿Te sucede lo mismo?
*Foto realizado con: Nikon z6 -ISO 800- 42mm- f/4.5- 1/500s