Tres sillas, tres, como para los tres cerditos o las tres mellizas, o para los tres osos y Ricitos de oro.
Las veo y me pregunto, ¿que están esperando? ¿Es una invitación a que me siente? ¿Esperan a la carroza? ¿Son tal vez para la mamá y sus dos nenas?
¿Y la silla de atrás? ¿No habías reparado en ella?, está en el dintel de la puerta como agazapada, tiene pinta de que vaya a controlar todo lo que suceda o tal vez es para la pequeña de la casa que es más tímida y escurridiza.
¿Me quedare eternamente con la curiosidad, o me decidiré a aceptar su invitación y sentarme en ellas?
*Foto realizada con: Nikon 750