Quería llegar, se esforzaba por hacerlo, pero algo le impedía atravesar ese mar de nubes.
Sabía que, en cuanto cruzara el puente, la tranquilidad con la que soñaba cada noche, esa sutil felicidad, que casi no se percibe porque es diaria, porque a cada instante está ahí, seria de ella.
Pero no podía, intentaba dar un paso. Su mente ordenaba a sus pies:
- ¡¡AVANZAR, MOVEOS!!
Era casi un grito desesperado. Pero un grito inútil sus pies no se movían de la orilla donde se encontraba.
Esperaría, eso haría, Esperaría a que se disipara la niebla y entonces sí, atravesaría el puente y llegaría a su tan ansiado remanso de dicha.
*Foto realizada con: Nikon 750
A diferencia de cuando vi la película que me dio miedo esta imagen me da tranquilidad